viernes, 12 de febrero de 2016

"La mujer de mi vida: Mi madre"

Querida mamá:

He escrito diferentes cartas de amor a cada una de las mujeres que han ido pasando por mi vida y con las que he estado en precisos momentos de ella misma. Pero, me he dado cuenta que la carta más bonita y especial te la tengo que escribir a ti. Y te la tengo que escribir a ti, porque el amor hacia una madre dura toda la vida. Es un amor verdadero y que nunca se rompe. Y te la escribo a ti, porque tú me lo has dado todo. Y lo más importante que me diste, fue la vida. Una vida llena de felicidad y por la que has luchado, luchas y seguirás luchando sin descanso. Porque tú eres la silueta de la fortaleza y la ternura en persona. Todo lo que soy te lo debo a ti y lo haré durante toda mi vida. Fuiste mi primera palabra al nacer y serás la última palabra que exhale al morir. Jamás voy a encontrar a una mujer como tú, eso lo tengo claro. Una mujer que se desvive por su familia, que hace que lo imposible sea posible y que se encuentra en cada uno de los pasajes de mi vida. Me educaste siempre de la mejor manera y me has inculcado unos valores que formarán parte de mí, siempre. Me has enseñado a ser humilde, generoso, a ayudar a los demás, a luchar por mis sueños, a ser buena persona, y sobre todo, me has enseñado a ser feliz. Y el primer motivo por el que soy feliz, es por tenerte cada día de mi vida. Porque madre sólo hay una, y yo tengo a la más especial de todas. Porque tú me has ayudado a crecer en cada una de las etapas de la vida y quiero que sea así siempre. Por ello, intento aprovechar cada día de la vida contigo y porque nunca me faltes. Soy todo lo que soy por ti y siempre diré orgulloso de donde vengo. Y vengo de ti. Vengo de una mujer valiente, luchadora, que nació en un pueblecito pequeño de la provincia de Ávila, en Casillas. Vengo de una mujer que sonríe a la vida y a la que la vida le ha puesto siempre muchos obstáculos. Vengo de una mujer que siempre soñó con formar una familia y que trabajó muy duro para conseguir todo aquello que se proponía. Vengo de una mujer que trajo al mundo al regalo más bonito que yo siempre voy a tener, y ese regalo es mi hermano. Un hermano por el que siempre me voy a desvivir y al que siempre voy a querer y proteger. Vengo de una mujer que me crió en un pequeñito bar donde ella trabajaba muchísimo y donde aprendí el verdadero valor y significado de la palabra esfuerzo. Vengo de una mujer que se casó con el hombre más honesto y más trabajador que yo he visto. Y ese hombre, es mi padre. Un hombre que se merece una carta como ésta y mucho más. Porque todo lo que soy, también se lo debo a él. Vengo de una mujer que siempre lo dio todo sin pedir nada a cambio. Vengo de una mujer esencial en mi vida y por la que me voy a desvivir siempre. Vengo de ella y eso siempre me hará feliz. Sin duda, necesitaba escribir estas palabras y decirle al mundo muy alto y fuerte: ¡Te quiero mamá! 


Este año San Valentín va a ser distinto, pero especial. 

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