El gran depósito de coltán se encuentra en el corazón de la guerra mas mortífera del planeta. En el este del Congo, se encuentran también "minerales de sangre" al igual que lo es el coltán, como: estaño, tungsteno y el oro. Todos ellos están presentes en el interior de la tecnología "inteligente", escondidos en los circuitos de los teléfonos móviles. Suena paradójico decir esto, pero los congoleños juegan al ritmo que marca el mercado internacional. El coltán es un mineral muy preciado y está considerado como la estrella de los "minerales de sangre". A partir de este mineral, se han elaborado todos aquellos dispositivos que forman parte de la era digital. Los congoleños siempre tienen que estar al tanto diariamente de lo que suceda en el mercado internacional. De lo que ocurra, dependerá para bien o para mal, la oferta y demanda del coltán. Un mineral que le ocurre algo parecido de lo que le pasa al petróleo; se obtienen tantos beneficios a partir de su elaboración, fabricación y distribución, que hay muchos intereses de por medio. Intereses que crean las mayores desigualdades mundiales.
Realmente, sólo 1 de cada 5 personas en el planeta, conocen verdaderamente el material del que está hecho el móvil que llevan cada día en la mano. Y ni siquiera, 1 de esas 5 personas, conoce el largo recorrido que ha llevado a cabo el coltán desde que es extraído en alguna de las miles de minas que hay en el este del Congo, hasta que es utilizado para fabricar las diferentes partes que conforman el circuito del teléfono móvil. Una realidad diaria y de la que no somos conscientes.