Venezuela, ese gran país sudamericano que lleva anhelando la
palabra “libertad” durante muchos años. Un país que tras resistir a casi dos
décadas del régimen chavista, ahora vive sumido en una situación límite bajo el
mandato de un líder tirano.
Desesperación, escasez de alimentos,
desabastecimiento, niveles de delincuencia extremos, vulnerabilidad de los
derechos fundamentales de los ciudadanos, esta es la realidad diaria que busca
esconder el responsable de todas estas adversidades, Nicolás Maduro. El pueblo
venezolano vive sin saber jamás lo que le traerá el mañana. Cada día hay un
obstáculo nuevo y más difícil de superar para una sociedad que quiere
progresar. Una sociedad que está viendo como hermanos contra hermanos se están
peleando por conseguir un pequeño trozo de comida y así poder sobrevivir.
Un
pueblo que jamás ha podido presenciar con sus propios ojos la libertad
cotidiana y que sabe que sólo con la voluntad no se cambia nada. Sus políticos
están desesperados por mantener sus privilegios en el poder, pese a que la
sociedad se manifestó a favor de un cambio a través de las urnas. Pero pese a
estas dificultades, sé que Venezuela despertará.