domingo, 3 de abril de 2016

"El Madrid gana una batalla táctica"

Ayer, fue un clásico memorable entre dos de los equipos más fuertes del mundo, el F. C. Barcelona de Luis Enrique y el Real Madrid de Zinedine Zidane. Un partido que fue como muchos otros clásicos entre estos dos equipos; mucha dureza en balones divididos, la posesión en manos de jugones como Iniesta, Busquets y Rakitic, y la intensidad en jugadores que están siempre llamados a hacer cosas importantes en un bonito deporte como el fútbol: Ronaldo, Benzema, Bale, Luis Suárez, Neymar, Messi, Ramos, Piqué...etc. 

Cierto es, que el favorito para llevarse este partido, era el Barcelona. Y esto es normal, tiene una de las mejores plantillas de su historia y además está luchando por conseguir los máximos títulos posibles esta temporada 2015/16. Y todo esto además se argumenta, en que el Real Madrid ha pasado por numerosos baches esta temporada y no había nunca acabado de encontrar un juego atractivo e intenso que le permitiera estar líder de una liga española que lleva liderándola el Barcelona de manera muy justa todo el año. Pero, a veces el fútbol tiene la esencia de que el rumbo de las cosas cambie completamente, y ayer el Real Madrid dio una lección de táctica futbolística.

El Real Madrid tenía las ideas muy claras de como podía llevarse los tres puntos de un campo difícil como el Camp Nou, y todo eso se vio en el planteamiento de un técnico francés llamado Zidane al que muchos hace semanas ya querían fuera de este club. ¿Y por qué?, porque a muchos se les ha pegado esa filosofía barata de un hombre que ha hecho de un club de señorío, un negocio, y no es otro que Florentino Pérez. Pero, a veces se necesita de un partido así para callar las bocas de todos aquellos que creen que entienden mejor que nadie como funciona este deporte y que parece que son ellos quienes más saben de cómo gestionar un club. Y Zinedine Zidane dio un golpe sobre la mesa y nos enseño que está capacitado para ser entrenador del Real Madrid siempre que se confíe en él y se requiera de su continuidad. El Real Madrid ganó sin duda la batalla táctica a un grandísimo equipo como el Barcelona. Supo saber como tapar los espacios, parar a hombres que en el uno contra uno son letales, y lo más importante, anular al mejor jugador del mundo, Lionel Messi. 

La tarea de parar al mejor jugador del mundo, le tocó a Casemiro. Un jugador al que se valora muy poco y el cual trabaja incansablemente en cada entrenamiento para estar 100% en los partidos y ayudar al equipo. Un hombre que supo leer a la perfección el partido y que ayudó de manera magistral a que jugones como Toni Kroos y Luka Modric tuvieran mucha libertad en la circulación de balón y de llegar arriba con más facilidad que otras veces. Casemiro hizo que no se notara la presencia de Messi en todo el encuentro, a excepción de una jugada en la segunda parte que acabó con una magistral parada del guardameta costarricense, Keylor Navas.

Fue un partido intenso, en donde está vez a excepción de otros clásicos en el Camp Nou, empezó adelantándose el Barcelona gracias a un remate de cabeza en un córner que transformó Gerard Piqué tras deshacerse de la marca de Pepe. Tras esto, el Real Madrid que había estado muy bien plantado sobre el césped del coliseo blaugrana durante todo el encuentro, empató el partido gracias a un gol de Karim Benzema después de una gran jugada del lateral izquierdo del Real Madrid, Marcelo. Pero esto no iba a ser todo, a renglón seguido llegó una justa y merecida expulsión del capitán del Real Madrid, Sergio Ramos. La intensidad que muestra siempre le jugó una mala pasada. Entró de manera dura por detrás a Luis Suárez y eso le llevó a recibir la segunda amarilla y que fuera expulsado a falta de quince minutos para el final del partido. 

Entonces, el Real Madrid siguió fiel a su planteamiento táctico durante todo el partido y el Barcelona pecó de no saber leer esa superioridad que se le ofrecía sobre el campo tras la expulsión de Sergio Ramos. Tras esto, llegó la jugada clave del partido. Llegó el gol del "Bicho", de Cristiano Ronaldo. Un hombre al que se critica que no está nunca a la altura en las grandes citas, pero que ya le ha metido 16 goles a uno de los mejores equipos de la historia del fútbol, el F. C. Barcelona. Tras una bonita jugada combinativa del Real Madrid, un centro desde la derecha le llegó a Cristiano Ronaldo que con toda la tranquilidad del mundo lo controló sutilmente con el pecho y remató raso por debajo de las piernas de Claudio Bravo. Se conseguía que  el 2-1 subiera al marcador de manera merecida y que se lograra una victoria que sabe a gloria para todos aquellos madridistas que siempre confiaron en asaltar el feudo blaugrana. Larga vida a los clásicos, larga vida a este bonito deporte que regala en días como el de ayer, noches mágicas para enmarcar en la historia del fútbol. 









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